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La microbiota endometrial es otro de los campos más emocionantes y con mayor proyección en la reproducción asistida. Ha cambiado drásticamente la visión que teníamos sobre el útero y su entorno.
Durante mucho tiempo se pensó que el útero era un ambiente estéril, libre de microorganismos. Sin embargo, gracias a las técnicas de secuenciación de última generación (como la secuenciación del gen 16S rRNA bacteriano), ahora sabemos que el endometrio (el revestimiento interno del útero) alberga su propia comunidad de bacterias, hongos y virus, la microbiota endometrial. Esta comunidad juega un papel crucial en la salud reproductiva femenina, la receptividad endometrial, la implantación del embrión y el mantenimiento del embarazo.
¿Qué es y por qué es tan importante la Microbiota Endometrial?
Un Ecosistema Vital:
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No es estéril: Se ha demostrado que el útero tiene un microbioma de baja biomasa, es decir, tiene menos bacterias que otros sitios como el intestino o la vagina, pero su presencia es fundamental.
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Composición clave: En un endometrio "sano" y óptimo para la implantación, suele predominar el género Lactobacillus (similar a lo que se busca en la microbiota vaginal). Los Lactobacillus producen ácido láctico, que mantiene un pH ácido protector, e interactúan con el sistema inmune local.
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Impacto Directo en la Fertilidad y el Embarazo:
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Receptividad Endometrial: Un equilibrio microbiano adecuado (eubiosis, dominado por Lactobacillus) es crucial para que el endometrio sea receptivo al embrión. Una disbiosis (desequilibrio) puede crear un ambiente hostil, alterando las moléculas y vías de señalización necesarias para una correcta implantación.
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Tasas de Implantación y Embarazo: Estudios recientes han demostrado que las mujeres con un endometrio dominado por Lactobacillus tienen tasas significativamente más altas de implantación, embarazo clínico y nacidos vivos en ciclos de FIV. Por el contrario, un bajo nivel de Lactobacillus o la presencia de otras bacterias "no saludables" (como Gardnerella, Prevotella, Enterococcus o Streptococcus) se asocia con menores tasas de éxito.
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Fallos de Implantación Recurrentes (FIR) y Abortos de Repetición (AR): La disbiosis endometrial se ha vinculado directamente con estas condiciones. La presencia de bacterias patógenas puede causar una inflamación crónica del endometrio (endometritis crónica), que pasa desapercibida a menudo y que altera la capacidad del útero para acoger al embrión.
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Salud del Embarazo: Una microbiota endometrial desequilibrada también puede aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro o infecciones.
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Relación con la Microbiota Vaginal:
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Existe una comunicación bidireccional entre la microbiota vaginal y la endometrial. Si la vagina no tiene un equilibrio saludable, esto puede afectar la composición del microbioma uterino.
Diagnóstico y Posibles Intervenciones:
El estudio de la microbiota endometrial se realiza típicamente mediante:
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Biopsia Endometrial: Se toma una pequeña muestra de tejido del revestimiento uterino.
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Análisis del Fluido Endometrial: En algunos casos, se puede analizar el fluido.
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Técnicas de Secuenciación Genética (NGS): Se utiliza la secuenciación del gen 16S rRNA para identificar y cuantificar los diferentes tipos de bacterias presentes en la muestra.
¿Cuándo se indica su estudio? Principalmente en mujeres con:
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Infertilidad de origen desconocido (cuando todas las demás pruebas son normales).
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Fallos de implantación recurrentes (FIV, ICSI).
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Abortos de repetición.
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Sospecha de endometritis crónica.
Intervenciones Potenciales: Si se detecta una disbiosis, el tratamiento puede incluir:
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Antibióticos: Para erradicar bacterias patógenas específicas.
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Probióticos: Para restaurar el equilibrio, especialmente aumentar la población de Lactobacillus. Se están investigando cepas específicas y vías de administración (oral o vaginal) para optimizar la microbiota endometrial.
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